En las abundantes historias de ciencia ficción, cuyo tema central son los viajes espaciales desafortunados, son pocas las tramas que planteen al ser humano como fuente de conflicto. Los aspectos más retorcidos de la humanidad, salen al exterior en un ambiente más amenazante y peligroso como lo es el Espacio.
La película Pandorum (Christian Alvart, 2009) inicia planteando un sencillo enigma: ¿que sucede en la nave Elysium?, su resolución se dificulta por la amnesia de los personajes, motivo que los lleva a enfrentarse a lo desconocido, experiencia atractiva y necesaria, pero aterradora y fatal.
Los personajes avanzan en un camino donde el peligro acecha y los más elementales instintos de supervivencia, los separan, siendo presas fáciles de una amenaza que no tan solo hace peligrar sus vidas, sino su cordura. La amnesia no es únicamente una consecuencia del viaje, es un símbolo de lo novedoso que resulta para el individuo lidiar con situaciones fuera de lo habitual; el brusco rompimiento de la rutina, conduce a momentos angustiosos, anulando la capacidad de enfrentar las circunstancias.
Más bien, se acepta la supervivencia como lo habitual, a modo de sustituto de la rutina perdida y la falta de un objetivo específico, capaz de resolver todos los enigmas.
Los protagonistas, lidian con su propio aislamiento interior, causante de su falta de cooperación, siendo la presión de las circunstancias y el impulsivo deseo de respuestas, lo que les obliga a unirse, recurriendo a las pocas pistas que poseen en sus limitados recuerdos para conocer la verdad.
No obstante, la búsqueda de la verdad se ve constantemente amenazada, a causa de peligros desatados por el ser humano sobre si mismo, un tormento que satisface a una voluntad dentro de la tripulación, sumergida en la locura, producto de la desesperanza, que inicia un ciclo de perdición, arrastrando a toda la tripulación, los últimos seres humanos existentes.
El horror y la muerte, van alimentando a un imaginario colectivo, creador de una mitología antrocéntrica, destructiva, donde la desesperanza y la crueldad, han engrandecido la figura de un hombre, convencido de ser un dios asesino que se rogodea de la desgracia ajena provocada por sus acciones. En este punto, la amnesia de los protagonistas no tan sólo les motiva a buscar la verdad, sino que esconde el origen del horror que enfrentan.
Los momentos finales de la película, revelan que ha sido la misma enajenación humana, la causante de toda la tragedia. En un desesperado intento de hallar un sentido, a una travesía carente de esperanza, la locura logra destruir los límites impuestos por la razón, anula los juicios maniqueos para dar paso a un enfrentamiento más complejo entre el deseo de vivir por encima de toda tragedia y una enajenación conducente a la destrucción, donde la vida logra imponerse a la oposición de la locura.
Saque usted sus conclusiones.
Pedro Felipe Marcano Salazar.
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