No puede aceptarse que por saber cómo utilizar las más básicas funciones de los actuales dispositivos electrónicos, puede considerarse a un individuo, competente para enfrentar los retos de la sociedad digital.
En realidad ha completado una etapa, pero saber discernir cuáles son las consecuencias y efectos de la tecnología digital; realizar un necesario ejercicio de introspección o tener el autodominio que prevenga, el “comportamiento de rebaño”, es competencia reservada a unos pocos.
Quiérase o no, ya no es una tecnología de unos pocos, sino un bien colectivo que exige la participación de todos, por lo tanto, es necesario hacernos preguntas y buscar respuestas sobre tan singular invento. Es menester educar al público no tan sólo en el aspecto técnico, también hay que concientizar sobre sus efectos, las consecuencias éticas y morales, al igual que el impacto de actores de más peso en el desarrollo de la Red.
Para ello es indispensable dejar de subestimar a la opinión de cada persona, abandonar el mediatismo y las polémicas de tendencias, tan comunes en los medios sociales, que no conducen a ningún debate constructivo.
Hay que recuperar el verdadero sentido de la creación de Internet, cuya inspiración fue la difusión del conocimiento, la libertad en el acceso a la información y la colaboración global para un fin común.
Sin embargo, el sentido crítico con que debe interpretarse el uso de la tecnología digital, continúa siendo privilegio de pocos, dado que persiste la apatía para ver más allá de lo evidente, no existe el suficiente interés para mudar de una actitud pasiva, basada en el consumo, el entretenimiento y el seguimiento ciego de tendencias, a una que sea crítica, creativa, colaborativa y reflexiva.
En las actuales momentos Internet, presenta desafíos que requiere talentos, cuya intención sea lograr coadyuvar a potenciar las capacidades de la humanidad, recuperar el sentido original de la Red para contar con internautas activos, análiticos y hábiles para distinguir lo real de lo ficticio, lo que realmente genere aportes constructivos, de esa forma la Red podrá facilitar el desarrollo humano y no empujar a la humanidad a enajenarse.
Saque usted sus conclusiones.
Pedro Felipe Marcano Salazar.
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